Receta: pisto de verduras

Las verduras. Esas grandes amigas. Lo creas o no, es así: los estudiantes las necesitamos para vivir, y si además queremos ponernos gourmets, con ellas podemos hacer de todo. Con un bubango se pueden hacer mil cosas. Te traemos una de las recetas más fáciles, ricas y hogareñas que encontrarás jamás. Con este piso de verduras te vas a trasladar a la cocina de tu mami, y además comerás sano. Basta ya de tantos fritos y de tanta pasta. ¡Queremos verduras!

Ingredientes (para tres personas):

-1 bubango mediano

-1/2 berenjena

-1/2 pimiento verde

-1/2 pimiento rojo

-un buen trozo de cebolla

-dos tomates (si están blandurrios, mejor) o un bote de salsa de tomate

-sal, pimienta y azúcar (no hace falta decirlo, pero ¡¡¡no te olvides!!!)

-tres huevos, uno por persona (opcional)

Preparación:

1. Cortamos todas las verduras. La cebolla la cortamos como siempre. El bubango, la berenjena y los pimientos los cortamos en daditos. Es preferible que los dados sean irregulares (ayudan a darle textura). Pelamos los tomates (como si fuéramos a hacer salsa) y los guardamos.

2. Sofreímos la cebolla hasta que quede ligeramente transparente. Si quieres añadirle ajo, este es el momento, aunque la receta original no lo lleva. Pero el ajo queda bien con todo.

3. Cuando la cebolla esté más o menos pochada (a ojo), añadimos el bubango, la berenjena y los pimientos. Añadimos un poco más de aceite encima de las verduras. Salpimentamos al gusto.

4. Dejamos que se vaya haciendo durante apróximadamente 15 minutos. Vamos revolviendo de vez en cuando (con bastante frecuencia) para que los sabores se mezclen y todo se haga mejor. La cosa es que las verduras queden tiernas y se deshagan un poco.

5. Cuando las verduras estén casi hechas (pegaditas, doradas y un poco deshechas), añadimos el tomate cortado en dados. Tenemos que dejar que el tomate suelte el jugo y funcione como una especie de salsa. Esto ligará los sabores y hará que el pisto esté mucho más rico. Añadimos dos cucharaditas pequeñas de azúcar para corregir la acidez del tomate. Podemos aprovechar para probar el plato y añadirle sal si hace falta.

NOTA: También puedes usar salsa de tomate del súper. Si quieres que te quede un poco más húmedo, hazlo. No hace falta que le pongas tomate natural si no tienes.

6. Vamos revolviendo de vez en cuando. Podemos presionar ligeramente el pisto para que todo se deshaga un poco. Lo ideal es que se vean las verduras, que sigan siendo dados, pero que estén mezcladas y uniformes.

7. Quitamos el pisto del fuego y lo dejamos reposar un momento. Mientras, podemos ir friendo un huevo por persona. Un buen pisto se sirve con un huevo encima, aunque es opcional. Ponemos el pisto en el plato, como una montañita, y colocamos el huevo encima.

Y ya está. A comer. Verduras ricas, sabrosas y fáciles. ¿No sienta bien dejar el arroz y la pasta de vez en cuando?

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